viernes, 24 de febrero de 2012

La personalidad en los animales

¿Tienen los animales personalidad? Un estudio que acaba de publicar la revista Nature dice que más de 60 especies animales, desde hormigas hasta primates, han demostrado tener "personalidad". Todos son capaces de mostrar un comportamiento distinto según la situación, ya sea interacciones agresivas o cuidado de los padres.
Franz J. Weissing y sus colegas de la Universidad de Groningen, en Holanda, explican la evolución de la "personalidad" en términos de historias de compensación. Algunos animales que tienen mucho que perder e invierten mucho en su futuro evolucionan para evitar riesgos en todo tipo de situaciones, como las confrontaciones con los predadores. Sin embargo, los individuos que no invierten en el futuro son más agresivos y osados.
Son estas compensaciones entre el presente y la reproducción futura las que condicionan la respuesta de los individuos a situaciones de riesgo, y es esto también lo que puede esconder la personalidad de los animales y su mantenimiento en las poblaciones.
Un aspecto importante de ella tiene que ver con su plasticidad. Tradicionalmente ha sido considerada como “permanente o inmodificable”, concepción no alejada de la mantenida en la actualidad por muchos, quienes consideran a la personalidad como ese “algo invariable” que caracteriza a una persona desde el momento de su nacimiento hasta su muerte. No obstante, algunas teorías psicológicas actuales la consideran como algo “dinámico” y, por tanto, modificable y variable con las experiencias y el paso del tiempo.
La pregunta es si solamente el ser humano tiene ese “algo” particular que nos diferencia y nos hace individuos “únicos” en relación a los demás. ¿Se puede encontrar en otras especies? Si se asume que la personalidad tiene bases biológicas, además de psicológicas, entonces ni siquiera una exclusividad en lo “psicológico” es tan necesaria a la hora de definirla o encontrarla. ¿Cuántas veces al referirnos a alguien no decimos “tiene el carácter del padre o de la madre, abuelo etc., o incluso de su país, pueblo o raza, asumiendo que en la personalidad también hay componentes hereditarios de peso? Y dejando a un lado el componente biológico y centrándonos en el psicológico, el hecho de que ciertas especies animales puedan aprender, es decir, ser influidas por sus experiencias individuales o “personales”, ¿podría ser elemento importante para poder poseer y/o desarrollar una “personalidad”?
En lo que respecta al estudio científico de la personalidad en animales algunos científicos creen que son las especies las que portan determinadas personalidades, “ese modo particular y distintivo de comportarse”, pero no los individuos en sí, y que esta característica de personalidad de la especie es “inmodificable”. Algo así como que todas las cebras tienen la misma personalidad “rayada y temerosa” desde que nacen hasta que mueren y nunca se van a comportar temerariamente o con el “coraje” que caracteriza a un león. Así el estudio publicado en la revista Nature en el que se estudiaron 60 especies animales, desde hormigas hasta primates, concluyendo que todos mostraban rasgos de personalidad, ya que eran capaces de mostrar un comportamiento distinto según la situación, ya sea en las interacciones agresivas o en el cuidado parental. Debido a este estudio, la evolución de la personalidad hoy también se entiende como un juego de compensaciones vitales. Aquellas especies animales que tienen “mucho que perder” y que “invierten bastante en su futuro” han desarrollado un comportamiento que trata de evitar riesgos, como los enfrentamientos con los grandes depredadores. Por el contrario, las despreocupadas por su futuro son más propensas a ser osadas y agresivas. Las diferencias entre el comportamiento temerario o prudente de los animales perduran en el tiempo y son extensibles a contextos diferentes. Son estas compensaciones entre el presente y la reproducción futura las que condicionan la respuesta de los individuos a situaciones de riesgo, y también es esto lo que puede mantener la personalidad de los animales en las poblaciones. Así, de esta manera, y en función de las presiones selectivas, se ha ido configurando la personalidad propia de una especie. Pero ¿queda, a su vez, hueco, gracias a la variabilidad, motor de la evolución, para el surgimiento de las personalidades de cada individuo dentro de la misma?
Esto es lo que justamente afirman muchas personas, que los animales también poseen personalidades individuales. Cualquier dueño de mascotas no tendría problema en asumir y describir lo temeroso, cariñoso, tímido, arisco o amistoso que es su perro o su gato. Pero, ¿será simplemente una atribución ignorante de los dueños de animales? ¿O quizá podemos encontrar especies dotadas de personalidad? En general, la mayoría de las personas que no están familiarizadas con estas especies dirán que es una atribución injustificada. Sin embargo, hay cada vez más excepciones en el interior de la ciencia que parecen apuntar lo contrario, que los animales presentan personalidades “individuales” mas allá de la especie a la que pertenecen. Como hay intereses para todo, aunque parezca extraño para algunos, justamente esto es lo que se propusieron averiguar en 1993 los científicos Durr y Smith, estudiando a 44 pulpos rojos. Los científicos analizaron las reacciones de los pulpos cuando les lanzaban un cangrejo a su acuario. Siguiendo terminología utilizada en el estudio de la personalidad en humanos, utilizaron tres categorías para clasificar sus comportamientos: tímido, agresivo y pasivo. La medición se repitió sucesivas veces, siendo las reacciones de los pulpos muy consistentes a lo largo del tiempo durante todo el experimento. Así, los pulpos catalogados como agresivos se lanzaban sobre la presa una y otra vez, mientras que los pasivos esperaban a que el cangrejo se acercara para atraparlo, y los tímidos permanecían inmóviles hasta la noche, cuando nadie los observaba, momento que aprovechaban para atacar.
Este estudio en pulpos ha dado lugar a toda una línea de investigación sobre la personalidad de otras especies y sobre el papel evolutivo que su surgimiento ha podido tener. Hasta se ha creado un “Instituto de Personalidad Animal”, en la Universidad de Texas, que desarrolla modelos de personalidad en perros, hienas, ratas, pájaros carboneros, burros y cerdos. Sí, hasta en cerdos. Hasta ahora, sus investigadores han encontrado en estas especies características análogas a las nuestras, como, por ejemplo, la sociabilidad y la reactividad emocional. Resultado de esta línea de investigación, en esta misma universidad, el doctor Sam Gosling ha diseñado recientemente un “test de personalidad para perros” basado en el modelo de personalidad humana conocido como el Big-Five, o Modelo de los Cinco Factores, que genera, a partir de la observación del comportamiento de los perros ante determinadas pruebas expresamente diseñadas para ello, una clasificación los mismos en lo que consideran cuatro categorías de personalidad: nivel de energía, afección-agresión, ansiedad-serenidad, e inteligencia-lentitud. El test podría tener una utilidad práctica importante a la hora de seleccionar un perro para fines concretos (asistencia, compañía…) afinando más allá de la elección de una determinada raza Pero ésta no es la única institución dedicada a este tipo de estudios; en la Universidad de California hay una línea de investigación sobre los rasgos comportamentales de la remigis acuática, una araña que tiene la capacidad de caminar sobre el agua, y otra sobre cómo las primeras experiencias afectan a la personalidad y los comportamientos sexuales de la mosca de la fruta. Recientemente el equipo del científico László Garamszegi, investigador de la estación biologica Doñana, ha presentado evidencias de diferencias de personalidad en pájaros salvajes. Estudiaron el comportamiento de cortejo de los papamoscas cerrojillos, comprobando que algunas de estas aves son más tímidas que otras y que las más agresivas tienen mayores posibilidades de ser capturadas,
Ahora bien, además de la variabilidad individual dentro de una especie, ¿existe, también, la posibilidad de variación de personalidad intraindividual en animales no humanos? ¿Hasta que punto la personalidad de cada animal individual es inmodificable? Los investigadores de la publicación de Nature ponen como ejemplo el juego de la gallina, en el que cada uno de los dos jugadores corre en dirección al contrario y el primero que se desvía de la trayectoria del posible choque pierde y es humillado por comportarse de un modo cobarde. Según su planteamiento, el comportamiento típico es inmodificable, un animal que sea agresivo en un primer juego de la gallina no mostraría timidez o algún tipo de cobardía en los siguientes, es decir, cada individuo e incluso cada especie estaría determinada por su personalidad con poca o nula posibilidad de cambio. Según Allport, uno de los primeros psicólogos expertos en el estudio de la personalidad, esta sería “la organización dinámica de los sistemas psicofísicos que determina una forma de pensar y de actuar, única en cada sujeto en su proceso de adaptación al medio”. El término “organización dinámica” es fundamental ya que como se mencionó previamente, antes se pensaba que la personalidad era inmodificable.
Así que se afirma la aparición de personalidad en animales.
·         Calamares. Investigadores de la Universidad de Tasmania han detectado rasgos de timidez y audacia en estos moluscos. Además, parece que las hembras tímidas prefieren machos retraídos, y las audaces a los valientes.
·         Hienas. Fue uno de los estudios pioneros sobre personalidad animal. En la Universidad de California en Berkeley estudiaron el temperamento de 34 hienas. Entre otras cosas, detectaron que las hay con rasgos neuróticos.
·         Cangrejo ermitaño. Mark Briffa, etólogo de la Universidad de Plymouth (Reino Unido) descubrió que también estos crustáceos desarrollan personalidades más tímidas y más audaces para enfrentarse al mundo que los rodea.
·         Perros. Sam Gosling, psicólogo de la Universidad de Texas, ha desarrollado una clasificación del carácter de los canes resumida en cuatro rasgos: enérgico-perezoso, afectivo-agresivo, ansiedad-calma e inteligencia-estupidez.
·         Peces. Las truchas arco iris han demostrado gozar también de caracteres diferentes a la hora de enfrentarse a sus congéneres, por ejemplo, para conseguir comida, según una investigación de la Universidad de Liverpool (Reino Unido).
·         Arañas. Un estudio de la Universidad de Tennessee (EEUU) en arañas del desierto encontró diferencias de comportamiento durante el ritual de apareamiento, que comienza con la producción de una feromona por parte de la hembra.

Trastornos de la personalidad

GRUPO A: SUJETOS EXTRAÑOS O EXCÉNTRICOS
1. TRASTORNO PARANOIDE DE LA PERSONALIDAD: Desconfianza excesiva o injustificada, suspicacia, hipersensibilidad y restricción afectiva
2. TRASTORNO ESQUIZOIDE DE LA PERSONALIDAD: Dificultad para establecer relaciones sociales, ausencia de sentimientos cálidos y tiernos, indiferencia a la aprobación o crítica.
3. TRASTORNO ESQUIZOTIPICO DE LA PERSONALIDAD: Anormalidades de la percepción, pensamiento, del lenguaje y de la conducta; que no llega a reunir los criterios para la esquizofrenia.

GRUPO B: SUJETOS TEATRALES Y/O IMPULSIVOS
1. TRASTORNO HISTRIÓNICO DE LA PERSONALIDAD: Conducta teatral, reactiva y expresada intensamente, con relaciones interpersonales marcadas por la superficialidad, el egocentrismo, la hipocresía y la manipulación.
2. TRASTORNO NARCISISTA DE LA PERSONALIDAD: Sentimientos de importancia y grandiosidad, fantasías de éxito, necesidad exhibicionista de atención y admiración, explotación interpersonal.
3. TRASTORNO ANTISOCIAL DE LA PERSONALIDAD: Conducta antisocial continua y crónica, en la que se violan los derechos de los demás. Se presenta antes de los 15 años y persiste en la edad adulta.
4. TRASTORNO LÍMITE DE LA PERSONALIDAD (borderline): Inestabilidad en el estado de ánimo, la identidad, la autoimagen y la conducta interpersonal.


GRUPO C: SUJETOS ANSIOSOS O TEMEROSOS
1. TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR EVITACIÓN: Hipersensibilidad al rechazo, la humillación o la vergüenza. Retraimiento social a pesar del deseo de afecto, y baja autoestima.
2. TRASTORNO DE LA PERSONALIDAD POR DEPENDENCIA: Pasividad para que los demás asuman las responsabilidades y decisiones propias. Subordinación e incapacidad para valerse solo. Falta de autoconfianza.
3. TRASTORNO OBSESIVO-COMPULSIVO DE LA PERSONALIDAD: Perfeccionismo, obstinación, indecisión, excesiva devoción al trabajo y al rendimiento. Dificultad para expresar emociones cálidas y tiernas.



           OTROS TRASTORNOS DE LA PERSONALIDAD
1. Trastorno pasivo-agresivo de la personalidad: Entre los comportamientos de tinte depresivo se incluyen sentimientos permanentes de abatimiento, tristeza, desánimo, desilusión e infelicidad. Estos individuos se caracterizan
2. Trastorno sádico de la personalidad: El trastorno sádico de la personalidad se caracteriza por un patrón patológico de conducta cruel, desconsiderada y agresiva, dirigida hacia los demás.
La personalidad sádica utiliza la violencia o la crueldad física con el fin de establecer dominancia en las relaciones.

Roles de los alumnos

¿Quién no conoce la expresión, es el ''pasota'' de la clase, o el ''empollón'' de la clase ... ?
Cada alumno decide un rol en la clase en la que está, pero ¿cuáles son? y ¿qué significa cada uno?
El aula es una escenario en el que cada sujeto busca un papel a su medida que le permita adaptarse funcionalmente a la situación. Son los siguientes:

Mandón: Afirma autoridad desprestigiando a los demás
Organizador: Sugiere cosas, actividades.
Líder del equipo: Conduce a los demás, seguro de sí mismo.
Matón: Amenaza al grupo o al profesor, agrede.
Dominante: Le gusta mandar.
Líder social: Mueve al grupo, promueve iniciativas.
Desafiante: Desaprueba acciones o comentairos ajenos.
Comediante: Hac racias continuamente, llama la atención.
Sociable: Abierto, cae bien, extravertido.
Pelota: Siempre detrás del profesor, provoca rechazo.
Trabajador: Siempre trabajando, va a lo suyo.
Buen compañero: Se preocupa de los demás.
Aislado: Solitario, rehúye el contacto.
Amigo: Comparte intimidades, ayuda.
Pasota: Se desentiende de todo, al margen de problemas.
Inconformista: Siempre está en desacuerdo.
Contemporizador: Lima asperezas.
Mártir: Carga con los culpas de los demás.
Sumiso: Se deja llevar, sigue la corriente.
Comparsa: No pinta nada en el grupo.
Solitario: No hace migas con nadie, se aísla.
Callado: No manifiesta sus opiniones.
Mascota: Popular, cae vien, representativo del grupo.
Alienado: Busca simpatías subestimándose.
Distante: No intima, se relaciona lo imprescindible.
Muñeco: No tiene criterio propio.

Tipo de personalidades (2)

Entendiendo los tipos de personalidas (1), hablaremos de unos tipos de personalidades que se clasifican vulgarmente como ''buenas''. A pesar de que no lo son exactamente.

PERSONALIDAD TIPO EL REFORMADOR
Sanos. son escrupulosos y poseen un profundo sentido del bien y del mal así como valores morales muy sólidos. Son racionales, razonables, autodisciplinados y moderados. Éticos en extremo: la verdad y la justicia son valores fundamentales. La integridad y la rectitud los convierten en sobresalientes maestros morales. En su mejor estado: se vuelven extraordinariamente sabios y juiciosos. Al aceptar las cosas como son, adquieren un sentido increíble de la realidad y saben qué hacer en cada situación. Humanos, inspiradores y tolerantes: la verdad será escuchada.
Promedio. Los tipo Uno promedio no están satisfechos con la realidad y empiezan a sentir que ellos deben mejorar las cosas a su alrededor; son defensores, críticos e idealistas. Buscan razones a todo y explican a los demás cómo deben ser las cosas. Tienen miedo de cometer errores; todo debe ser consecuente con sus ideales. Son ordenados, pulcros, metódicos, bien organizados, lógicos, detallistas, aunque muy rígidos. Con frecuencia tienden a trabajar compulsivamente. Son muy puntuales, pedantes y un tanto fastidiosos. Llegan a ser muy críticos de sí mismos y de los demás; son melindrosos, perfeccionistas y juzgan todo. Siempre tienen una opinión acerca de todo; corrigen y fastidian a los demás para que hagan lo que, según ellos, es "lo correcto." Son impacientes y nunca están satisfechos con nada a menos que se hagan las cosas como ellos las ordenen. Generan juicios morales todo el tiempo; se enojan con indignación, son regañones y represores.
Malsanos. Pueden llegar a ser muy dogmáticos, moralistas, intolerantes e inflexibles. Empiezan a ver las cosa con base en absolutos: ellos tienen la verdad; todos los demás están equivocados.
Pueden llegar a ser muy severos en sus juicios al mismo tiempo que racionalizan todos sus actos. Se vuelven obsesivos con las imperfecciones y los errores de los demás; sin embargo, pueden caer en contradicciones al hacer lo contrario de lo que predican. Condenan a los demás y pueden ser crueles y punitivos para deshacerse de los que ellos consideran "malhechores." Llegan a caer en depresiones severas, crisis nerviosas y existe la posibilidad de intento de suicidio.
Motivaciones clave. Desean hacer lo correcto, esforzarse y mejorar todas las cosas, ser constantes con sus ideales, justificarse a sí mismos, estar más allá de las críticas para no ser condenados por nadie.

PERSONALIDAD TIPO EL AYUDADOR
Sanos.  son capaces de mostrar empatía, son compasivos y manifiestan una gran sensibilidad con y por los demás. Se ponen en lugar de otros; son muy cariñosos y se preocupan por las necesidades ajenas. Son sinceros, afectuosos, condescendientes y atentos; desempeñan un rol paternal que les permite ver lo bueno en los demás. El servicio es importante, sin embargo, también consideran esencial cuidar de sí mismos; asimismo, son muy entregados, dadivosos y serviciales; son personas extremadamente amorosas. En su mejor estado: se vuelven profundamente desinteresados, desprendidos y altruistas; ofrecen amor incondicional sin expectativas de retribución. Sienten que es un privilegio estar en la vida de los demás.
Promedio. Los tipo Dos promedio desean estar cerca de los demás para poder complacerlos y de tal manera se vuelven muy amistosos, capaces de demostrar sus emociones, efusivos y llenos de "buenas intenciones" respecto a todo. El "amor" es su valor supremo y hablan todo el tiempo de él. Llegan a ser excesivamente íntimos, demasiado solícitos e intrusos: necesitan ser necesitados por lo que interfieren demasiado en la vida de los demás con el pretexto de ser un "amigo cariñoso." Desean que las personas dependan de ellos; cuando dan algo, esperan siempre algo a cambio y con frecuencia mandan dobles mensajes. Cada vez más engreídos y presumidos, se sienten indispensables (mientras sobrestiman lo que hacen por todo el mundo) y sienten que todos los demás les deben por lo que han recibido. Navegan por el mundo con aires de superioridad y se tornan arrogantes y despóticos. Los tipo Dos promedio esperan que todo el tiempo se les agradezca y se les honre por su bondad. Pueden convertirse en hipocondríacos o desempeñar el papel de mártires debido a sus buenas obras a favor de los demás.
Malsanos. Al sentirse poco apreciados, Los tipo Dos malsanos se resienten y se quejan con amargura. Se engañan en extremo respecto a sus motivos y a sus actitudes agresivas y egocéntricas. Son individuos manipuladores que funcionan sólo en beneficio propio destruyendo con alevosía a la gente y explotando su culpa y sus debilidades. Comienzan a hacer observaciones despectivas y humillantes; poco a poco se vuelven coercitivos y dominantes; sienten que tienen derecho a obtener cualquier cosa que deseen: el pago de viejas deudas, dinero, favores especiales. Son capaces de racionalizar y justificar cualquier cosa que hagan ya que se sienten víctimas y objeto de abuso por la ingratitud de los demás. La somatización de sus agresiones da como resultado problemas crónicos de salud puesto que los tipo Dos malsanos se justifican cuando se derrumban y los demás se hacen cargo de ellos.
Motivaciones clave. Quieren ser amados, expresar sus sentimientos hacia los demás, ser necesitados y apreciados, que la gente les responda para que de esta manera puedan justificar los reclamos que tienen sobre sí mismos.

PERSONALIDAD TIPO EL TRIUNFADOR
Sanos.  son seguros de sí mismos, se sienten deseables y gozan de una alta autoestima; creen en ellos mismos y en su propio valor. Adaptables, energéticos, a menudo atractivos, encantadores y populares. Ambiciosos para perfeccionarse y para ser los mejores. Con frecuencia sobresalen en algún aspecto y son verdaderamente admirables; un ideal humano que encarna cualidades muy respetadas. Los demás quieren ser como ellos e imitar sus logros. Buenos comunicadores, motivadores y promotores; saben cómo presentar algo en forma aceptable y atractiva. En su mejor estado: se aceptan a sí mismos, se guían por normas propias, llegan a ser genuinos y auténticos; son todo lo que parecen ser. Modestos y caritativos. Tienen un sentido del humor especial así como un gran corazón. Son gente noble, amable y considerada.
Promedio. Los tipo Tres promedio se preocupan competitivamente por mostrarse superiores a los demás: se comparan con otros en busca de éxito, estatus y prestigio. Son escaladores sociales para quienes es importante la exclusividad, la carrera y el hecho de ser un "triunfador". Pragmáticos, eficientes y orientados a metas; sin embargo, también son calculadores y pierden contacto con sus sentimientos bajo la apariencia de ser fríos. Se vuelven conscientes de su imagen y están muy preocupados por la forma en que los demás los perciben, por proyectar la imagen adecuada, por decir lo correcto y por presentarse según las expectativas. Se convierten en camaleones según el contexto al que se enfrenten. Surgen problemas con el compromiso, con la intimidad así como con la deshonestidad y la falsedad. Desean impresionar a los demás con sus aires de grandeza siempre tratando de aparentar ser mejores de lo que realmente son. Narcisistas y pretenciosos; se sienten especiales, llenos de amor propio inflado y con expectativas grandiosas respecto a sí mismos y a su potencial. Son arrogantes y exhibicionistas, como si estuvieran diciendo: ¡Mírenme! a medida que despiden hostilidad y desprecio por los demás.
Malsanos. Puesto que temen al fracaso y a la humillación, los tipo Tres malsanos pueden llegar a ser explotadores y oportunistas y van a hacer lo que sea para mantenerse arriba, incluso a costa de los demás. Pueden llegar a ser viles, inmorales, mentirosos patológicos y pueden aprovecharse de las demás personas de cualquier modo posible. Llenos de celos, sabotean y traicionan con malicia a la gente apuñalando por la espalda a amigos y colegas y arruinando reputaciones así como relaciones por la sensación de triunfo que ello les brinda. Por último, se tornan vengativos y sádicos, siempre con la intención de arruinar a los demás. Tendencias violentas y sicópatas con posibles tendencias asesinas.
Motivaciones clave. Quieren reafirmarse, distinguirse de los demás, ser el centro de atención, ser admirados e impresionar a la gente.


PERSONALIDAD TIPO El INDIVIDUALISTA
Sanos. Los tipo Cuatro sanos son individuos introspectivos, conscientes de si mismos, eternos buscadores de su "ser interior" que siempre están en contacto con sus sentimientos e impulsos internos. Son sensibles e intuitivos respecto a sí mismos y a los demás así como compasivos, atinados, discretos y respetuosos. Los tipo Cuatro sanos tienden a ser autoexpresivos, muy personales, individualistas, siempre fieles a sí mismos, emocionalmente honestos y auténticos. Tienen una visión irónica de la vida y de sí mismos; pueden ser serios y graciosos, vulnerables y fuertes en su interior. En su mejor estado: muy creativos en lo que respecta a la expresión personal y universal; es posible que esta creatividad se manifieste en una obra de arte. A nivel personal se vuelven regeneradores y autorenovadores. Tienen una cualidad autocreativa capaz de transformar sus experiencias en algo valioso.
Promedio. Los tipo Cuatro promedio dan una orientación artística, estética y romántica a la vida revelando sentimientos personales a través de algo hermoso. Intensifican la realidad mediante la fantasía, la imaginación y los sentimientos apasionados. Para estar en contacto con los sentimientos, interiorizan todo y toman todo de manera personal; sin embargo, se vuelven hipersensibles, introvertidos, tímidos, ensimismados y malhumorados, incapaces de ser espontáneos o de "salirse de sí mismos." Se mantienen al margen para proteger su autoimagen y para "ganar tiempo" para así poder ordenar sus sentimientos. Poco a poco empiezan a sentir que son diferentes a los demás y sienten que no pueden ser felices como todas las demás personas. La autocompasión y la envidia los conduce a distintas clases de autoindulgencia, a convertirse en seres decadentes y a revolcarse en un mundo de sueños, ilusiones y expectativas poco realistas. Asimismo, se vuelven poco prácticos, improductivos, ineficaces y muestran actitudes rebuscadas.
Malsanos. Cuando sus sueños fracasan, los tipo Cuatro malsanos se enfurecen consigo mismos, se deprimen, se avergüenzan de sí mismos y se aíslan de los demás debido a las autoinhibiciones así como a la parálisis emocional. Cargan con una profunda fatiga así como con serios desórdenes mentales; emocionalmente están "bloqueados" y son incapaces de trabajar o funcionar; desarrollan un abismal sentido de futilidad e insensatez. Agobiados por un autodesprecio delirante, odio a sí mismos, autorreproches, pensamientos morbosos y atormentados por sus fracasos, todo se convierte en una fuente de autoacusaciones dañinas. Al sentirse inútiles y desesperanzados, se afligen mucho y se autodestruyen. Es posible que abusen del alcohol o de las drogas. En casos extremos, es probable un colapso emocional e incluso el suicidio.
Motivaciones clave. Desean expresarse así como tener la oportunidad de afirmar su individualidad. Quieren crear y rodearse de cosas bellas; también mantener ciertos estados de ánimo y ciertos sentimientos. Desean ser capaces de abstraerse para proteger su autoimagen, cuidar las necesidades emocionales antes que cualquier otra cosa. Necesitan atraer a un "salvador".

PERSONALIDAD TIPO EL LEAL
Sanos.  son capaces de obtener intensas respuestas emocionales de los demás; son graciosos, simpáticos, cautivadores, amistosos y juguetones. La confianza es muy importante al igual que el hecho de vincularse con los demás y establecer relaciones permanentes. Se comprometen y son leales con las personas con quienes se han identificado. Responden a los demás siendo cooperadores, confiables, responsables, trabajadores leales y cumplidores. En su mejor estado: llegan a ser asertivos, confían en ellos mismos y en los demás, independientes aunque simbióticamente interdependientes. La fe en sí mismos los lleva a tener una actitud positiva y a manifestar valentía, liderazgo, riqueza de creatividad y autoexpresión.
Promedio. Los tipo Seis promedio empiezan a invertir su tiempo y energía en lo que ellos creen que les proporcionará seguridad y estabilidad. Son ambivalentes y reaccionan contra la autoridad a través de conductas pasivo-agresivas que mandan señales contradictorias y confusas. La ambivalencia hace que los tipo Seis vacilen y reaccionen de manera imprevisible. Actúan con evasión, indecisión y cautela respecto a todo. A medida que aumentan las tensiones, se vuelven gruñones, negativos y tienden a mandar señales contradictorias. Para superar las dudas y las angustias, se tornan sarcásticos y reaccionarios; adoptan una actitud recia y rebelde para compensar sus crecientes inseguridades. Se vuelven beligerantes y reaccionan con agresión a las aparentes amenazas a su seguridad. Pueden ser muy parciales y defienden a grupos excluyentes. Se vuelven ruines e intolerantes, convirtiendo a los demás en chivos expiatorios y atacando a cualquiera que parezca amenazarlos como una forma de acallar sus temores e inseguridades.
Malsanos. Al temer la condena y el rechazo por parte de la figura de la autoridad, los tipo Seis malsanos se sienten inseguros en exceso y se vuelven dependientes y automenospreciativos con agudos sentimientos de inferioridad. Tienen una autoimagen disminuida y se deprimen; se sienten cobardes, inútiles, incompetentes y atormentados por temores. Sobrerreaccionan a todo, exageran los problemas y es posible que sus actos irracionales, en efecto, causen justamente aquello que temen. En extremo angustiados, se sienten perseguidos y atacados por los demás. Para liberarse de la angustia, el abandono y las consecuencias de sus actos, se rebajan y se humillan ante la figura de autoridad para poder ser rescatados. Como patología, se presenta una conducta autocastigadora y masoquista. Es posible que se presenten problemas de alcoholismo, abuso de estupefacientes y pueden llegar al suicidio.
Motivaciones clave. Quieren tener seguridad, sentirse apoyados por los demás, tener certidumbre y tranquilidad, probar las actitudes de las personas hacia ellos, luchar contra la ansiedad y la inseguridad.

PERSONALIDAD TIPO EL ENTUSIASTA
Sanos. Llegan a ser muy sensibles, excitables y entusiastas respecto a cualquier tipo de experiencia. Los tipo Siete sanos son extrovertidos, orientados hacia el mundo real de las cosas y sensaciones; son espontáneos y se regocijan con todo. Cada estímulo produce una respuesta inmediata y todo les parece excitante y vigorizador. Son alegres, vivaces, estimulantes, flexibles y animosos. Se convierten en realizadores versados y en individuos con aptitudes y conocimientos variados que hacen bien muchas cosas distintas. Poseen una gran cantidad de talentos y están dotados con capacidades virtuosas así como destrezas prodigiosas. Son prácticos, productivos, prolíficos, versátiles y abarcan numerosas áreas de interés. En su mejor estado: asimilan a fondo las experiencias y se convierten en individuos reconocidos y agradecidos, cautivados por las maravillas de la vida. Son positivos, optimistas, alegres y se sienten extasiados. Comienzan a tener indicios de una vida más allá de lo físico y experimentan un profundo sentido de las bondades de la vida.
Promedio. A medida que sus apetitos aumentan, los tipo Siete promedio desean experimentar con más cosas y tener una variedad más amplia de vivencias, convirtiéndose, de esta manera, en consumidores ávidos, materialistas codiciosos, individuos mundanos extasiados por las cosas del mundo, conocedores, "establecedores de modas" y buscadores de sensaciones nuevas. Se vuelven incapaces de decirse no, de negarse cualquier cosa. Hiperactivos, se lanzan en una actividad constante, haciendo y diciendo cualquier cosa que se les ocurra. Temen aburrirse y tratan de aumentar su estímulo y excitación manteniéndose en constante movimiento y distrayéndose con algo entretenido y nuevo, aunque hagan demasiadas cosas. Corren el riesgo de volverse superficiales, sin inhibiciones, volátiles, ostentosos, extravagantes. Sienten que nada los satisface, así que se vuelven inmoderados y desmedidos. Llegan a ser egocéntricos, egoístas, exigentes e impacientes. Insensibles con los demás, pueden llegar a ser groseros, descorteses. Tienen tendencias adictivas.
Malsanos. Los Siete malsanos se frustran muy fácil y son ofensivos y abusivos a medida que exigen cualquier cosa que deseen para mantenerse ocupados y distraídos. Se vuelven escapistas infantiles, impulsivos e insultantes y pueden caer en ataques de ira y en pataletas. Tienen serios problemas para controlarse. Las adicciones al alcohol, las drogas y otros excesos aumentan a medida que se convierten en individuos disipados, libertinos, pervertidos y depravados. Antes de manejar la angustia, expresan los impulsos en conductas sin inhibiciones; se descontrolan y son víctimas de cambios anímicos caprichosamente erráticos, volátiles y de actos compulsivos. Participan en locas parrandas de diversos tipos, como si no hubiera límite para ellos. Huyen de sí mismos y son objeto de súbitos ataques de pánico, depresión profunda y desesperación.
Motivaciones clave. Desean mantener su libertad y felicidad, evitar perderse cualquier experiencia que valga la pena, mantenerse motivados y ocupados, rechazar y rehuir del dolor.

PERSONALIDAD TIPO EL DESAFIADOR
Sanos. Asertivos, confiados en sí mismos y fuertes, los tipo Ocho sanos han aprendido a luchar para conseguir lo que necesitan y desean. Están orientados a la acción; tienen una actitud de "puedo hacerlo" y cuentan con una gran motivación interna. Les encantan los desafíos y son hábiles para iniciar proyectos; toman la iniciativa y hacen que las cosas ocurran. Son líderes naturales que los demás respetan y a quienes acuden en busca de orientación. Decididos, autoritarios y dominantes, los tipo Ocho sanos se ganan el respeto a través de ser honorables y utilizan el poder en forma constructiva defendiendo y protegiendo a la gente, actuando como proveedores, auspiciadores y promotores de causas nobles y empresas valiosas. En su mejor estado: se vuelven moderados, magnánimos, misericordiosos y tolerantes. Son capaces de dominarse a través de autodoblegarse ante una autoridad. Valientes, deseosos de ponerse en peligro para obtener lo que buscan y causar una influencia duradera. Pueden ser heroicos e históricamente grandiosos.
Promedio. A los tipo Ocho promedio les preocupa llegar a ser autosuficiente así como independientes a nivel económico. Son "individualistas recios," pragmáticos, emprendedores, trabajadores y muy audaces; les encantan las aventuras y correr riesgos para ponerse a prueba y reafirmarse. Empiezan a querer dominar todo el ambiente (incluso a la demás gente) y se vuelven enérgicos, agresivos, orgullosos, egocéntricos y expansivos: se convierten en "el jefe" cuya palabra es ley. Imponen su voluntad y visión en todo y no ven a los demás como sus iguales ni los tratan con respeto. Sienten que deben salirse con la suya y se vuelven confrontadores, beligerantes, amedrentadores y desafiantes al mismo tiempo que tienden a crear relaciones antagónicas. Todo lo convierten en una prueba de voluntad y nunca ceden. Utilizan amenazas y represalias para que los demás les obedezcan, para mantenerlos en desequilibrio y con una sensación de impotencia. Sin embargo, el trato injusto hace que los demás tengan resentimientos y existe la posibilidad de que se agrupen en contra de ellos.
Malsanos. Los tipo Ocho malsanos se aferran a su poder y quieren prevalecer con el control sin importar el costo. Se vuelven totalmente crueles, violentos, inmorales y despiadados, dictatoriales y opresivos. No admiten la culpa, ni el temor ni cualquier otro sentimiento humano. Comienzan a desarrollar ideas delirantes acerca de sí mismos y se sienten omnipotentes, invencibles e invulnerables. Cada vez se vuelven más temerarios y si sienten que están en peligro, pueden destruir con crueldad a todo aquel que no haya acatado su voluntad. Vengativos, salvajes, con tendencias asesinas y sociópatas.
Motivaciones clave. Desean tener confianza en sí mismos, probar su fuerza y resistir la debilidad, ser importantes en su mundo, dominar lo que les rodea y tener el control de todas las situaciones.

PERSONALIDAD TIPO El PACIFICADOR
Sanos. son muy receptivos, abiertos, poco cohibidos, emocionalmente estables y serenos. Aceptan su entorno. Confían en sí mismos y en los demás. Son relajados y están en armonía con la vida; pacientes, modestos, inocentes, sencillos y en verdad agradables. Se tornan optimistas, reforzadores, bondadosos, apoyadores; hacen que la gente se sienta cómoda y tienen una influencia sedante, sanadora; armonizan a los grupos y unen a las personas. Buenos mediadores, confortadores y protectores. Tienen una enorme dignidad, profunda serenidad y verdadera paz que provienen de la aceptación de su condición humana. En su mejor estado: se vuelven dueños de sí mismos y tienen una gran ecuanimidad y genuina satisfacción. Se sienten autónomos y realizados, paradójicamente unidos consigo mismos pero capaces de establecer relaciones más profundas. Están alertas, despiertos así como conectados con ellos mismos y con los demás.
Promedio. Los tipo Nueve promedio se vuelven humildes; se acomodan y aprueban demasiado a los demás. Son dóciles, adaptables y conciliadores de manera excesiva; aceptan—con ingenuidad y sin condición—las expectativas convencionales; se subordinan al otro, lo idealizan y viven a través de él. Los tipo Nueve son conservadores y temerosos a los cambios, trastornos y presiones de cualquier tipo. Son pasivos, indiferentes y complacientes; se alejan de los conflictos y evaden los problemas. Son perezosos, emocionalmente indolentes, no tienen ninguna disposición al esfuerzo o al enfoque de problemas; muestran una enorme indiferencia y se esperan hasta que los problemas desaparecen solos. Empiezan a "desintonizarse" de la realidad y se olvidan de lo que no quieren ver. Si los problemas no desaparecen los tipo Nueve empiezan a minimizarlos para apaciguar a los demás y para tener paz a cualquier precio." Son estoicos, fatalistas y resignados como si no pudieran hacer nada para cambiar las cosas. Tienen poco criterio y los demás se sienten frustrados y enojados por su falta de responsabilidad y por su apatía.
Malsanos. Los tipo Nueve malsanos pueden reprimirse muchísimo y entonces se produce un desarrollo personal inadecuado. Se convierten en individuos desvalidos e incapaces. Se vuelven obstinados y niegan con terquedad la existencia de problemas y conflictos. Son seriamente negligentes e irresponsables y pueden ser peligrosos para cualquier persona que los necesite. Si los problemas persisten, se disocian de cualquier cosa amenazante de modo que a la larga no pueden funcionar y se convierten en individuos muy desorientados, despersonalizados, catatónicos e inmovilizados. Existe la posibilidad de colapso emocional y de fragmentación de la personalidad.
Motivaciones clave. Desean crear armonía a su alrededor, evitar conflictos y tensiones, mantener las cosas como son, resistirse a cualquier cosa que los pueda molestar o incomodar.

Tipos de personalidad

Ya conociendo qué es la personalidad y sus teorías, podemos centrarnos en sus tipos.

PERSONALIDAD TIPO HISTRIÓNICO
El trastorno de personalidad histriónica tiene sus raíces en la primera infancia y se manifiesta en los primeros años de la vida adulta.
La personalidad histriónica se caracteriza por la teatralidad, la dramatización y, en general, por una excesiva demanda de atención, buscando siempre la aceptación y el aplauso de otras personas. Para lograr este objetivo, los afectados por el trastorno de personalidad histriónica, pueden utilizar estrategias como la seducción o el victimismo. Este tipo de personalidad, sobre todo los que emplean la seducción, tienen una notable capacidad a la hora de desenvolverse social y laboralmente, pero cuando no logran ser el centro de atención se sienten incómodos y pueden manifestar episodios de ansiedad.
Las personas con trastorno de personalidad histriónica, a pesar de estar adaptados socialmente, suelen presentar una serie de síntomas característicos:
  • Actuar de un modo exageradamente seductor.
  • Tendencia a dejarse influenciar por otras personas.
  • Preocupación excesiva por la apariencia física.
  • Manifestación de un dramatismo y una emoción que no se corresponden con la realidad.
  • Excesiva sensibilidad ante las críticas o la desaprobación.



PERSONALIDAD TIPO OBSESIVO-COMPULSIVO
Quienes son de este tipo de personalidad, poseen rasgos de carácter contradictorios entre sí, por ejemplo; sobre estiman y valoran su trabajo y su productividad a pesar de que son inseguros. Ellos se perciben moralistas, responsables, sumamente escrupulosos, juiciosos e inteligentes, siendo en efecto estas, sus principales valores, aunque detrás de cada uno existe un antivalor.
Laboralmente, buscan reconocimientos a partir del empeño y esfuerzo que hacen para alcanzar sus metas. Son reacios a delegar tareas o trabajo en otros, si lo llegan a hacer insisten en forma irrazonable en que se acepte su manera de hacer las cosas; con frecuencia, dan instrucciones muy detalladas sobre cómo se tiene que hacer todo; sin embargo regularmente rechazarán ofertas de ayuda, porque piensan que nadie más lo puede hacer bien. Por estas razones pueden experimentar dificultades y malestar laborales, especialmente al enfrentarse a situaciones nuevas que exijan flexibilidad y transigencia.
Tienden a resistir la autoridad de los demás, se muestran deseosos de agradar por lo que procuran tener un buen temperamento, aunque a veces su actuar manifiesta sentimientos de inferioridad que los lleva a ser individualistas y excluir las relaciones interpersonales.
Se preocupan en buena medida por la lógica y la capacidad intelectual, cosa que se les dificulta por una gran incapacidad de concentración pues los pensamientos obsesivos dominan su mente y le mantienen en estado de ansiedad, a menos que recurran a las conductas compulsivas, que son actividades mediante las cuales mitiga la ansiedad. Su obstinación por la meticulosidad y por la lucha constantemente por conseguir la perfección, interviene con la realización de sus tareas y objetivos, obstruyendo la ejecución de otras actividades; por lo que constantemente su capacidad de organización se ve frustrada. En este mismo sentido, tienen tantas dificultades para decidir qué tareas son prioritarias o cuál es la mejor forma de hacer alguna cosa concreta, que puede ser que nunca empiecen a hacer nada.
Cuando se trata de placer debe ser planeado y elaborado, pero posponen frecuentemente las actividades placenteras de tal forma que casi nunca disfrutan. Son poco generosos, evitan regalar objetos y se inclinan a no expresar sus sentimientos.



PERSONALIDAD TIPO AGRESIVO-PASIVO
La personas agresivo-pasivas muestran una conducta des adaptativa, oposicionista y hostil, estas conductas se dirigen al ámbito laboral o académico.
Expresan pasivamente una agresión encubierta, se resisten y se oponen a las demandas para aumentar o mantener un determinado nivel mínimo de actividad o trabajo procurando obtener el mismo pago y prestaciones que sus iguales. Tal resistencia a las normas y la autoridad, se lleva a efecto por pérdidas de tiempo, terquedad, ineficiencia intencional y tendencia a olvidar las cosas.
Se burlan de los esfuerzos de los demás debido a su propia incapacidad para hacer el trabajo, ya que sus habilidades son inferiores comparadas con la mayoría de las personas. Son malhumorados, irritables y discutidores; culpando a la autoridad o sus compañeros cuando suelen fracasar en alguna tarea. En pocas palabras, se centran en los elementos negativos de todo lo que les ocurre por lo que se consideran pesimistas.
A pesar de estos conflictos de carácter son dependientes emocionalmente, carecen de confianza en sí mismas y buscan el apoyo y aprobación de por lo menos un amigo(a) íntimo(a) al cual cambian constantemente por las razones descritas anteriormente. Vivir así les implica reforzar su carácter aprensivo y, poco a poco, aislarse hasta vivir en soledad moral, amargamente dolorosa.


PERSONALIDAD TIPO NARCISISTA
Los narcisista son eróticos ególatras (sienten veneración por sí mismos), pues en el sexo, priorizan lograr su plena satisfacción como más a él le gratifique y, no necesariamente mediante copulación, dejando de importarle que su pareja llegué al éxtasis sexual, mucho menos cuando ella funge como mero objeto sexual. Los narcisistas son altamente practicantes de parafilias, por lo que no se les puede considerar amantes plenos en el amor, el sexo o ninguno de los dos. Sin embargo, un varón narcisista resulta altamente interesante para las chicas motivadas por la desinhibición y la experimentación sexual de nuevas y excitantes experiencias.
A la pareja estable o a la esposa, la tratan como el objeto cuya función es reforzar su necesidad de dominio y poder, es común que la pareja tenga personalidad dependiente, a quien pueda someter, humillar y agredir controladamente.
Los narcisistas tienden a enmascarar sus carencias, por ejemplo, su simpatía y su atractivo esconden los conflicto de autoestima y depresión; son personas faltos de empatía, muy prepotentes y que se sobre valoran a sí mismas para compensar su deficiente estima propia. Por lo anterior, tienen gran incapacidad de hacer amistades, sólo las mantienen mientras obtienen provecho de ellas, las utilizan para conseguir sus fines.
Le dan mucha importancia a su talento y sus logros, tienen la percepción de que poseen características especiales que los hacen ser superiores a los demás, por lo que pueden llegar a creer que merecen un mejor trato; se obsesionan con fantasías de éxito, poder y amores ideales; también se obsesionan en sí mismos, toman una actitud exhibicionista, quieren ser el centro atención y admiración.
Los narcisistas se preocupan por lo bien o mal que hace las cosas según cómo lo ven los demás a conveniencia; presentan escasa tolerancia a la frustración, siendo desdeñosos e impacientes; reacciona a la crítica con sentimientos de rabia, pero lo enmascaran con indiferencia, disimulan sus sentimientos para impresionar a los demás; estas características lo hacen propenso a patologías o actos antisociales propios de una personalidad psicopáticas, que pueden ser de leves a graves.

El tipo de personalidad narcisista requiere de una situación laboral que le dé prestigio suficiente y la posibilidad de seguir enmascarando sus insatisfacciones de vida. Normalmente este tipo de personalidad es muy inestable en los trabajos, renuncian cuando se sienten vulnerables, si percibe que están dando a conocer los aspectos frágiles de su personalidad, sin embargo, ante estas situaciones casi siempre ocasionan conflictos en las relaciones de trabajo por su tendencia a reaccionar iracunda y agresivamente, pero, si logra estabilidad en su trabajo, puede llegar a acceder a jerarquías altas y alcanzar poder laboral y social.


PERSONALIDAD TIPO DEPENDIENTE EMOCIONAL
Así como una persona adquiere dependencia a los malos hábitos o al cigarro, o al alcohol o a las drogas, también se crea dependencia por la pareja, y comúnmente, esta dependencia es tan poco saludable como todas las demás.
La personalidad dependiente se encuentra tanto en hombres como en mujeres. La dependencia excesiva conduce a una dificultad de iniciativa propia, estas personas tienen mucha dificultad para tomar decisiones cotidianas; permitiendo que otros tomen la mayor parte de las decisiones importantes. Por eso la comparación metafórica con una marioneta o títere.
Por lo general se depende emocionalmente de una persona en especial, el historial de una persona dependiente de su pareja, muestra que también existe un vínculo emocional de dependencia con la madre o padre. Si están solos, sin pareja, se sienten incómodos o perdidos y hacen muchos esfuerzos para evitar esta situación. En ocasiones hacen cosas desagradables para sí mismos, con el fin de agradar al otro; buscan sobre protección que luego raya en dominación de su pareja. También suelen tener dificultades para expresar el desacuerdo con los demás, sobre todo con aquellos de quienes dependen, porque tienen miedo de perder su apoyo o su aprobación, sintiéndose asfixiadas ante la posibilidad de quedarse solas. Toleran patológicamente humillaciones y agresiones físicas y verbales.
La actividad laboral puede estar deteriorada si se requiere una iniciativa de trabajo independiente. Como empleados, evitan las posiciones de responsabilidad y experimentan ansiedad al enfrentarse a las decisiones a tomar. Por lo general estas personas sufren mucho para mantenerse en un ámbito académico o laboral en lejanía de su ser querido, lo más común es que se mantengan en una situación de subordinación y opresión ante el ser amado. Todas estas son las razones por las que el dependiente casi siempre fracasa en el trabajo a menos que sus mecanismos de adaptabilidad le hagan ser dependiente emocionalmente del grupo laboral


PERSONALIDAD TIPO DISOCIAL
Se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento. Tienen una cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía. Su actitud está marcada y es persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales. Tienen incapacidad para mantener relaciones personales duraderas y una muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento. No sienten la culpa para aprender de las experiencias, en particular del castigo y tienen una marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.


PERSONALIDAD TIPO SOCIOPÁTICA
Los sociópatas son personas que padecen un mal de índole psiquiátrico, un grave cuadro de personalidad antisocial que les hace rehuir a las normas prestablecidas; no saben o no pueden adaptarse a ellas. Por esto que, a pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo en muchos casos delitos graves. Es común que se confunda a la sociopatía con otras patologías de la misma clase, como podrían ser la conducta criminal, la antisocial o la psicopatía. Pero son trastornos, aunque relacionados, de diferentes características, con otros tratamientos y consecuencias.
En la personalidad sicopática hay cuatro grupos que son:
1. Sociópata común: Es el grupo más importante a causa del incremento de padres incompetentes .Tienen una conciencia débil y poco elaborada. Tienen pocas perspectivas de futuro porque se han criado en circunstancias en que el futuro era impredecible y sólo podían contar con las recompensas y castigos más inmediatos. Son como niños salvajes a pesar de ser adultos. Sólo responden a los impulsos del momento, menospreciando las metas a largo plazo. Son depredadores habituales.
2. Sociópata marginado: es el individuo que no ha desarrollado la capacidad de amar y de relacionarse con los demás. La imposibilidad de establecer un vínculo afectivo es un factor de riesgo para la conducta antisocial porque uno de los factores protectores que permiten evitar la delincuencia es nuestra tendencia a identificarnos con la víctima. En este grupo hay varias variantes que son:
a. El tipo disociado: Los sujetos imposibilitados para sentir algo por los semejantes pero su trastorno a diferencia del psicópata procede de padres incompetentes que no se ocupan de sus hijos.
Tipo no empático: En este caso el individuo es capaz de implicarse emocionalmente con su familia y círculo más próximo, pero reacciona ante las demás personas como si sólo fueran objetos.
Tipo hostil: Algunos sujetos al verse rechazados por la comunidad o al verse incapaces de tener éxito de acuerdo con sus reglas, rechazan la compañía de los demás. Se vuelven destructivos y hostiles con el grupo.
d. El tipo estafado: Es el sujeto que se siente acomplejado por su aspecto o una minusvalía física, por su clase social, por su situación marginal y justifica su incapacidad de acatar las reglas sociales diciendo que, como desde el principio lo han estafado, en su caso esas reglas no son aplicables.
3. Sociópata agresivo: Sujetos que disfrutan lastimando, asustando o tiranizando a los demás pues les hace sentirse poderosos e importantes. El simple hecho de dominar a sus víctimas les resulta placentero. La satisfacción por la dominación no sólo puede motivar a delincuentes sino a otros matones que además son profesores, policías, padres o patrones todos ellos de estilo agresivo y dominante.
4. Sociópata disocial: Son personas normales tanto psicológicamente como por su temperamento-factor constitucional-, pero que son leales y se identifican con una subcultura cuyas normas y costumbres se basan en comportamientos depredadores. Un ejemplo muy evidente es la Mafia o grupos terroristas, en los cuales encuentran vías de promoción social que por otro lado considerarían tenerlas vedadas. En este caso este tipo de sociópata está muy influido por factores culturales. La proliferación en una sociedad de ideologías totalitarias es evidente que potencia este tipo de individuos.


PERSONALIDAD TIPO PSICOPATICA
La característica principal de estas personas es que tienen anestesia afectiva, no sienten culpa, por lo tanto, ellos no son los que sufren, pero sí las personas de su entorno. Las emociones que sí pueden sentir son cólera, ira o tristeza, cuando las cosas no son como ellos quieren.
Solo los mueve su propio interés y para llegar a ello, que es obtener dominio y poder sobre su ambiente, pueden llegar a simular, “no a sentir”, amor, compasión, solidaridad, ternura, sentimientos de amistad, sólo hasta conseguir sus objetivos. Cualquier estrategia es válida para llegar al máximo placer del psicópata que es anular la voluntad del otro para explotarlo, atacarlo y demostrar su superioridad y su desprecio hacia su víctima, ya sea en el área laboral, de sus relaciones personales, sexual, etc. Esta es su esencia.
Algunos actúan su psicopatía en ciertos lugares más que en otros. Por ejemplo: Manifiestan toda su patología dentro del ámbito familiar, donde sus parejas y sus hijos son las víctimas, siendo para el afuera, personas encantadoras.
Al psicópata, se lo ha denominado “loco moral” o “loco sin delirio”, poseen capacidad de juicio conservada, saben la diferencia entre lo que está bien o mal, pero no les importa, esos límites no son para ellos.


PERSONALIDAD CON TENDENCIA PARANOIDE
Las personas altamente desconfiadas son clónicamente paranoides. La suspicacia es típica en el paranoide, es una sospecha de que algo sucede o sucederá, es considerado como un rasgo normal tanto que esa sospecha no es persecutoria y generalmente resulta factible a la realidad. Pero, normalmente el paranoide sospecha de todo, equivocándose constantemente en sus juicios.
Un rasgo moderadamente patológico son las ideas de referencia, , consisten en sentir que los demás lo miran y hablan mal a sus espaldas, interpretando estas acciones como deliberadamente ofensivas y amenazantes, creen que otros se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar, aunque no tengan prueba alguna que apoye esto. Esta es la razón de que también sean personas enfermizamente celosas sospechando a menudo que su cónyuge o su pareja le es infiel sin tener una justificación adecuada.
Como los individuos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás, tienen una necesidad excesiva de ser autosuficientes, pueden mostrar fantasías de grandiosidad no realistas y escasamente disimuladas. Estas personas casi nunca buscan ayuda para resolver sus problemas de personalidad porque no los perciben en tanto que se sienten orgullosos de sí. Se describen a sí mismos como difíciles de darse a conocer realmente, tercos, emotivos, sensibles, amables, afectuosos y generosos, aunque con mucha desvirtuación conceptual de estos sentimientos.
Las ideas de estas personas los hacen dudar de la lealtad de sus compañeros de trabajo y amigos, creyendo que los están perjudicando con mala intención. Esto agrava un tanto las relaciones interpersonales en el trabajo, por ejemplo, si e l patrón lo cuestiona, puede negarse a contestar preguntas personales diciendo que esa información no es asunto de los demás, por la precaución de que esa información se utilice en su contra.
Otra peculiaridad en ellos, es que suelen albergar rencores y son incapaces de olvidar los insultos, injurias o desprecios de que creen haber sido objeto. El menor desprecio provoca una gran hostilidad, que persiste durante mucho tiempo.

PERSONALIDAD CON TENDENCIA ANTISOCIAL
La personalidad antisocial es uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta afección rara vez buscan tratamiento por su cuenta y pueden iniciar una terapia únicamente cuando los obliga una corte.
Se desconoce la eficacia del tratamiento del trastorno de personalidad antisocial. Los tratamientos que le muestran a la persona las consecuencias negativas del comportamiento ilegal parecen ser los más prometedores.
Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede:
  • Ser capaz de actuar jovial y encantador
  • Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas
  • Quebrantar la ley constantemente
  • Descuidar su propia seguridad y la de los demás
  • Tener problemas de consumo de drogas
  • Mentir, robar y pelear con frecuencia
  • No mostrar culpa ni remordimiento
  • Estar a menudo enojado o ser arrogante
PERSONALIDAD CON TENDENCIA ESQUIZOIDE
Quien la padece no desea tener relaciones sociales. Frecuentemente, estas personas tampoco encuentran gratificantes las relaciones sexuales ni sentimentales. Tampoco tienen demasiados intereses ni aficiones. Aunque puedan dar la impresión de que viven “en su mundo”, una exploración de dicho “mundo” revela que está vacío. “No encuentro temas de los que hablar con los demás” o “nada de lo que cuentan los demás me interesa especialmente” son frases recurrentes en estos pacientes.
Una persona esquizoide padece este cuadro:
  1. Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una familia
  2. Escoge casi siempre actividades solitarias
  3. Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona
  4. Disfruta con pocas o ninguna actividad
  5. No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado
  6. Se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
  7. Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad
PERSONALIDAD CON TENDENCIA BORDERLINE
Se reconoce como tal a la incapacidad de sentir placer o satisfacción y manifiesta una frustración constante, ya que los objetivos que se plantea el paciente nunca llegan a conseguirse, y de lograrlos pierden valor inmediatamente. En ocasiones el enfermo toma conciencia de su vacío afectivo y sufre por su problema, reaccionando al manifestar sus emociones de manera exagerada, hace escenas de tipo histérico, ingiere alcohol o drogas, comete delitos o tiene relaciones sexuales patológicas para librarse de su vacío con sensaciones intensas.Es igualmente palpable al mantener sus relaciones afectivas en un plano muy superficial o cambiando frecuentemente de pareja o lugar de residencia. El terreno laboral no está exento de su inconsistencia emocional, y a pesar de que puede tener cualidades superiores al promedio, carece de capacidad para concentración y perseverancia. Igualmente se ve afectado por su baja tolerancia a la frustración, la hipersensibilidad a las críticas y la espera de alabanzas y recompensas totalmente desproporcionadas, lo que condiciona que sea despedido de su empleo o que él mismo lo abandone; también es destacable la incapacidad para aceptar reglas y rutina.

Cabe destacar que quien tiene una personalidad borderline no manifiesta tristeza y desánimo al no alcanzar sus metas (como lo hace un depresivo), sino que habrá cólera o rabia contra el objeto considerado frustrante. No es raro que utilice mecanismos protectores, como evasión, negación, malas interpretaciones de la realidad, restar importancia a las cosas, cambiar de tema y otros métodos de disimulo.

PERSONALIDAD CON TENDENCIA DE EVITACIÓN

Muchas personas recurren en ocasiones a la evitación para eliminar la ansiedad que les producen ciertas situaciones. Sin embargo, la evitación que se produce en el trastorno de personalidad por evitación (TPE) es generalizada y se da a nivel conductual, emocional y cognitivo. Estas personas evitan prácticamente todo contacto con los demás debido a la ansiedad que sienten. Es decir, no se trata de personas solitarias que prefieren tener pocos contactos con los demás, sino que desean el afecto, amistad y aceptación de los demás pero tienen un miedo al rechazo tan profundo que impide el inicio o la profundización de las amistades. Suelen considerarse a sí mismos socialmente ineptos y ven a los demás como superiores, pensando que los rechazarían o criticarían si los conocieran.

Consiste en una pauta generalizada de incomodidad social, miedo a la evaluación negativa y timidez, iniciada al principio de la adultez y presente en diversos contextos, indicada al menos por cuatro de los siguientes rasgos:


  • La crítica o la desaprobación lo hieren fácilmente.
  • No tiene amigos íntimos o confidentes (o sólo tiene uno) que no sean parientes de primer grado.
  • No está dispuesto a involucrarse con otras personas a menos que esté seguro de que les gusta.
  • Evita las actividades sociales o laborales que suponen un contacto interpersonal significativo; por ejemplo, rechaza un ascenso que aumentará las exigencias sociales.
  • Es reticente en las situaciones sociales por temor a decir algo inadecuado o tonto, o a ser incapaz de responder a una pregunta.
  • Teme que lo perturbe un acceso de rubor o llanto, o mostrar signos de ansiedad frente a otras personas.
  • Exagera las dificultades, los peligros físicos o los riesgos potenciales que supone hacer algo común pero que está fuera de su rutina; por ejemplo, cancela planes sociales porque prevé que el esfuerzo de llegar al lugar lo dejará exhausto.