viernes, 24 de febrero de 2012

Tipos de personalidad

Ya conociendo qué es la personalidad y sus teorías, podemos centrarnos en sus tipos.

PERSONALIDAD TIPO HISTRIÓNICO
El trastorno de personalidad histriónica tiene sus raíces en la primera infancia y se manifiesta en los primeros años de la vida adulta.
La personalidad histriónica se caracteriza por la teatralidad, la dramatización y, en general, por una excesiva demanda de atención, buscando siempre la aceptación y el aplauso de otras personas. Para lograr este objetivo, los afectados por el trastorno de personalidad histriónica, pueden utilizar estrategias como la seducción o el victimismo. Este tipo de personalidad, sobre todo los que emplean la seducción, tienen una notable capacidad a la hora de desenvolverse social y laboralmente, pero cuando no logran ser el centro de atención se sienten incómodos y pueden manifestar episodios de ansiedad.
Las personas con trastorno de personalidad histriónica, a pesar de estar adaptados socialmente, suelen presentar una serie de síntomas característicos:
  • Actuar de un modo exageradamente seductor.
  • Tendencia a dejarse influenciar por otras personas.
  • Preocupación excesiva por la apariencia física.
  • Manifestación de un dramatismo y una emoción que no se corresponden con la realidad.
  • Excesiva sensibilidad ante las críticas o la desaprobación.



PERSONALIDAD TIPO OBSESIVO-COMPULSIVO
Quienes son de este tipo de personalidad, poseen rasgos de carácter contradictorios entre sí, por ejemplo; sobre estiman y valoran su trabajo y su productividad a pesar de que son inseguros. Ellos se perciben moralistas, responsables, sumamente escrupulosos, juiciosos e inteligentes, siendo en efecto estas, sus principales valores, aunque detrás de cada uno existe un antivalor.
Laboralmente, buscan reconocimientos a partir del empeño y esfuerzo que hacen para alcanzar sus metas. Son reacios a delegar tareas o trabajo en otros, si lo llegan a hacer insisten en forma irrazonable en que se acepte su manera de hacer las cosas; con frecuencia, dan instrucciones muy detalladas sobre cómo se tiene que hacer todo; sin embargo regularmente rechazarán ofertas de ayuda, porque piensan que nadie más lo puede hacer bien. Por estas razones pueden experimentar dificultades y malestar laborales, especialmente al enfrentarse a situaciones nuevas que exijan flexibilidad y transigencia.
Tienden a resistir la autoridad de los demás, se muestran deseosos de agradar por lo que procuran tener un buen temperamento, aunque a veces su actuar manifiesta sentimientos de inferioridad que los lleva a ser individualistas y excluir las relaciones interpersonales.
Se preocupan en buena medida por la lógica y la capacidad intelectual, cosa que se les dificulta por una gran incapacidad de concentración pues los pensamientos obsesivos dominan su mente y le mantienen en estado de ansiedad, a menos que recurran a las conductas compulsivas, que son actividades mediante las cuales mitiga la ansiedad. Su obstinación por la meticulosidad y por la lucha constantemente por conseguir la perfección, interviene con la realización de sus tareas y objetivos, obstruyendo la ejecución de otras actividades; por lo que constantemente su capacidad de organización se ve frustrada. En este mismo sentido, tienen tantas dificultades para decidir qué tareas son prioritarias o cuál es la mejor forma de hacer alguna cosa concreta, que puede ser que nunca empiecen a hacer nada.
Cuando se trata de placer debe ser planeado y elaborado, pero posponen frecuentemente las actividades placenteras de tal forma que casi nunca disfrutan. Son poco generosos, evitan regalar objetos y se inclinan a no expresar sus sentimientos.



PERSONALIDAD TIPO AGRESIVO-PASIVO
La personas agresivo-pasivas muestran una conducta des adaptativa, oposicionista y hostil, estas conductas se dirigen al ámbito laboral o académico.
Expresan pasivamente una agresión encubierta, se resisten y se oponen a las demandas para aumentar o mantener un determinado nivel mínimo de actividad o trabajo procurando obtener el mismo pago y prestaciones que sus iguales. Tal resistencia a las normas y la autoridad, se lleva a efecto por pérdidas de tiempo, terquedad, ineficiencia intencional y tendencia a olvidar las cosas.
Se burlan de los esfuerzos de los demás debido a su propia incapacidad para hacer el trabajo, ya que sus habilidades son inferiores comparadas con la mayoría de las personas. Son malhumorados, irritables y discutidores; culpando a la autoridad o sus compañeros cuando suelen fracasar en alguna tarea. En pocas palabras, se centran en los elementos negativos de todo lo que les ocurre por lo que se consideran pesimistas.
A pesar de estos conflictos de carácter son dependientes emocionalmente, carecen de confianza en sí mismas y buscan el apoyo y aprobación de por lo menos un amigo(a) íntimo(a) al cual cambian constantemente por las razones descritas anteriormente. Vivir así les implica reforzar su carácter aprensivo y, poco a poco, aislarse hasta vivir en soledad moral, amargamente dolorosa.


PERSONALIDAD TIPO NARCISISTA
Los narcisista son eróticos ególatras (sienten veneración por sí mismos), pues en el sexo, priorizan lograr su plena satisfacción como más a él le gratifique y, no necesariamente mediante copulación, dejando de importarle que su pareja llegué al éxtasis sexual, mucho menos cuando ella funge como mero objeto sexual. Los narcisistas son altamente practicantes de parafilias, por lo que no se les puede considerar amantes plenos en el amor, el sexo o ninguno de los dos. Sin embargo, un varón narcisista resulta altamente interesante para las chicas motivadas por la desinhibición y la experimentación sexual de nuevas y excitantes experiencias.
A la pareja estable o a la esposa, la tratan como el objeto cuya función es reforzar su necesidad de dominio y poder, es común que la pareja tenga personalidad dependiente, a quien pueda someter, humillar y agredir controladamente.
Los narcisistas tienden a enmascarar sus carencias, por ejemplo, su simpatía y su atractivo esconden los conflicto de autoestima y depresión; son personas faltos de empatía, muy prepotentes y que se sobre valoran a sí mismas para compensar su deficiente estima propia. Por lo anterior, tienen gran incapacidad de hacer amistades, sólo las mantienen mientras obtienen provecho de ellas, las utilizan para conseguir sus fines.
Le dan mucha importancia a su talento y sus logros, tienen la percepción de que poseen características especiales que los hacen ser superiores a los demás, por lo que pueden llegar a creer que merecen un mejor trato; se obsesionan con fantasías de éxito, poder y amores ideales; también se obsesionan en sí mismos, toman una actitud exhibicionista, quieren ser el centro atención y admiración.
Los narcisistas se preocupan por lo bien o mal que hace las cosas según cómo lo ven los demás a conveniencia; presentan escasa tolerancia a la frustración, siendo desdeñosos e impacientes; reacciona a la crítica con sentimientos de rabia, pero lo enmascaran con indiferencia, disimulan sus sentimientos para impresionar a los demás; estas características lo hacen propenso a patologías o actos antisociales propios de una personalidad psicopáticas, que pueden ser de leves a graves.

El tipo de personalidad narcisista requiere de una situación laboral que le dé prestigio suficiente y la posibilidad de seguir enmascarando sus insatisfacciones de vida. Normalmente este tipo de personalidad es muy inestable en los trabajos, renuncian cuando se sienten vulnerables, si percibe que están dando a conocer los aspectos frágiles de su personalidad, sin embargo, ante estas situaciones casi siempre ocasionan conflictos en las relaciones de trabajo por su tendencia a reaccionar iracunda y agresivamente, pero, si logra estabilidad en su trabajo, puede llegar a acceder a jerarquías altas y alcanzar poder laboral y social.


PERSONALIDAD TIPO DEPENDIENTE EMOCIONAL
Así como una persona adquiere dependencia a los malos hábitos o al cigarro, o al alcohol o a las drogas, también se crea dependencia por la pareja, y comúnmente, esta dependencia es tan poco saludable como todas las demás.
La personalidad dependiente se encuentra tanto en hombres como en mujeres. La dependencia excesiva conduce a una dificultad de iniciativa propia, estas personas tienen mucha dificultad para tomar decisiones cotidianas; permitiendo que otros tomen la mayor parte de las decisiones importantes. Por eso la comparación metafórica con una marioneta o títere.
Por lo general se depende emocionalmente de una persona en especial, el historial de una persona dependiente de su pareja, muestra que también existe un vínculo emocional de dependencia con la madre o padre. Si están solos, sin pareja, se sienten incómodos o perdidos y hacen muchos esfuerzos para evitar esta situación. En ocasiones hacen cosas desagradables para sí mismos, con el fin de agradar al otro; buscan sobre protección que luego raya en dominación de su pareja. También suelen tener dificultades para expresar el desacuerdo con los demás, sobre todo con aquellos de quienes dependen, porque tienen miedo de perder su apoyo o su aprobación, sintiéndose asfixiadas ante la posibilidad de quedarse solas. Toleran patológicamente humillaciones y agresiones físicas y verbales.
La actividad laboral puede estar deteriorada si se requiere una iniciativa de trabajo independiente. Como empleados, evitan las posiciones de responsabilidad y experimentan ansiedad al enfrentarse a las decisiones a tomar. Por lo general estas personas sufren mucho para mantenerse en un ámbito académico o laboral en lejanía de su ser querido, lo más común es que se mantengan en una situación de subordinación y opresión ante el ser amado. Todas estas son las razones por las que el dependiente casi siempre fracasa en el trabajo a menos que sus mecanismos de adaptabilidad le hagan ser dependiente emocionalmente del grupo laboral


PERSONALIDAD TIPO DISOCIAL
Se trata de un trastorno de personalidad que, normalmente, llama la atención debido a la gran disparidad entre las normas sociales prevalecientes y su comportamiento. Tienen una cruel despreocupación por los sentimientos de los demás y falta de capacidad de empatía. Su actitud está marcada y es persistente de irresponsabilidad y despreocupación por las normas, reglas y obligaciones sociales. Tienen incapacidad para mantener relaciones personales duraderas y una muy baja tolerancia a la frustración o bajo umbral para descargas de agresividad, dando incluso lugar a un comportamiento violento. No sienten la culpa para aprender de las experiencias, en particular del castigo y tienen una marcada predisposición a culpar a los demás o a ofrecer racionalizaciones verosímiles del comportamiento conflictivo.


PERSONALIDAD TIPO SOCIOPÁTICA
Los sociópatas son personas que padecen un mal de índole psiquiátrico, un grave cuadro de personalidad antisocial que les hace rehuir a las normas prestablecidas; no saben o no pueden adaptarse a ellas. Por esto que, a pesar de que saben que están haciendo un mal, actúan por impulso para alcanzar lo que desean, cometiendo en muchos casos delitos graves. Es común que se confunda a la sociopatía con otras patologías de la misma clase, como podrían ser la conducta criminal, la antisocial o la psicopatía. Pero son trastornos, aunque relacionados, de diferentes características, con otros tratamientos y consecuencias.
En la personalidad sicopática hay cuatro grupos que son:
1. Sociópata común: Es el grupo más importante a causa del incremento de padres incompetentes .Tienen una conciencia débil y poco elaborada. Tienen pocas perspectivas de futuro porque se han criado en circunstancias en que el futuro era impredecible y sólo podían contar con las recompensas y castigos más inmediatos. Son como niños salvajes a pesar de ser adultos. Sólo responden a los impulsos del momento, menospreciando las metas a largo plazo. Son depredadores habituales.
2. Sociópata marginado: es el individuo que no ha desarrollado la capacidad de amar y de relacionarse con los demás. La imposibilidad de establecer un vínculo afectivo es un factor de riesgo para la conducta antisocial porque uno de los factores protectores que permiten evitar la delincuencia es nuestra tendencia a identificarnos con la víctima. En este grupo hay varias variantes que son:
a. El tipo disociado: Los sujetos imposibilitados para sentir algo por los semejantes pero su trastorno a diferencia del psicópata procede de padres incompetentes que no se ocupan de sus hijos.
Tipo no empático: En este caso el individuo es capaz de implicarse emocionalmente con su familia y círculo más próximo, pero reacciona ante las demás personas como si sólo fueran objetos.
Tipo hostil: Algunos sujetos al verse rechazados por la comunidad o al verse incapaces de tener éxito de acuerdo con sus reglas, rechazan la compañía de los demás. Se vuelven destructivos y hostiles con el grupo.
d. El tipo estafado: Es el sujeto que se siente acomplejado por su aspecto o una minusvalía física, por su clase social, por su situación marginal y justifica su incapacidad de acatar las reglas sociales diciendo que, como desde el principio lo han estafado, en su caso esas reglas no son aplicables.
3. Sociópata agresivo: Sujetos que disfrutan lastimando, asustando o tiranizando a los demás pues les hace sentirse poderosos e importantes. El simple hecho de dominar a sus víctimas les resulta placentero. La satisfacción por la dominación no sólo puede motivar a delincuentes sino a otros matones que además son profesores, policías, padres o patrones todos ellos de estilo agresivo y dominante.
4. Sociópata disocial: Son personas normales tanto psicológicamente como por su temperamento-factor constitucional-, pero que son leales y se identifican con una subcultura cuyas normas y costumbres se basan en comportamientos depredadores. Un ejemplo muy evidente es la Mafia o grupos terroristas, en los cuales encuentran vías de promoción social que por otro lado considerarían tenerlas vedadas. En este caso este tipo de sociópata está muy influido por factores culturales. La proliferación en una sociedad de ideologías totalitarias es evidente que potencia este tipo de individuos.


PERSONALIDAD TIPO PSICOPATICA
La característica principal de estas personas es que tienen anestesia afectiva, no sienten culpa, por lo tanto, ellos no son los que sufren, pero sí las personas de su entorno. Las emociones que sí pueden sentir son cólera, ira o tristeza, cuando las cosas no son como ellos quieren.
Solo los mueve su propio interés y para llegar a ello, que es obtener dominio y poder sobre su ambiente, pueden llegar a simular, “no a sentir”, amor, compasión, solidaridad, ternura, sentimientos de amistad, sólo hasta conseguir sus objetivos. Cualquier estrategia es válida para llegar al máximo placer del psicópata que es anular la voluntad del otro para explotarlo, atacarlo y demostrar su superioridad y su desprecio hacia su víctima, ya sea en el área laboral, de sus relaciones personales, sexual, etc. Esta es su esencia.
Algunos actúan su psicopatía en ciertos lugares más que en otros. Por ejemplo: Manifiestan toda su patología dentro del ámbito familiar, donde sus parejas y sus hijos son las víctimas, siendo para el afuera, personas encantadoras.
Al psicópata, se lo ha denominado “loco moral” o “loco sin delirio”, poseen capacidad de juicio conservada, saben la diferencia entre lo que está bien o mal, pero no les importa, esos límites no son para ellos.


PERSONALIDAD CON TENDENCIA PARANOIDE
Las personas altamente desconfiadas son clónicamente paranoides. La suspicacia es típica en el paranoide, es una sospecha de que algo sucede o sucederá, es considerado como un rasgo normal tanto que esa sospecha no es persecutoria y generalmente resulta factible a la realidad. Pero, normalmente el paranoide sospecha de todo, equivocándose constantemente en sus juicios.
Un rasgo moderadamente patológico son las ideas de referencia, , consisten en sentir que los demás lo miran y hablan mal a sus espaldas, interpretando estas acciones como deliberadamente ofensivas y amenazantes, creen que otros se van a aprovechar de ellos, les van a hacer daño o les van a engañar, aunque no tengan prueba alguna que apoye esto. Esta es la razón de que también sean personas enfermizamente celosas sospechando a menudo que su cónyuge o su pareja le es infiel sin tener una justificación adecuada.
Como los individuos con trastorno paranoide de la personalidad no confían en los demás, tienen una necesidad excesiva de ser autosuficientes, pueden mostrar fantasías de grandiosidad no realistas y escasamente disimuladas. Estas personas casi nunca buscan ayuda para resolver sus problemas de personalidad porque no los perciben en tanto que se sienten orgullosos de sí. Se describen a sí mismos como difíciles de darse a conocer realmente, tercos, emotivos, sensibles, amables, afectuosos y generosos, aunque con mucha desvirtuación conceptual de estos sentimientos.
Las ideas de estas personas los hacen dudar de la lealtad de sus compañeros de trabajo y amigos, creyendo que los están perjudicando con mala intención. Esto agrava un tanto las relaciones interpersonales en el trabajo, por ejemplo, si e l patrón lo cuestiona, puede negarse a contestar preguntas personales diciendo que esa información no es asunto de los demás, por la precaución de que esa información se utilice en su contra.
Otra peculiaridad en ellos, es que suelen albergar rencores y son incapaces de olvidar los insultos, injurias o desprecios de que creen haber sido objeto. El menor desprecio provoca una gran hostilidad, que persiste durante mucho tiempo.

PERSONALIDAD CON TENDENCIA ANTISOCIAL
La personalidad antisocial es uno de los trastornos de la personalidad más difíciles de tratar. Las personas con esta afección rara vez buscan tratamiento por su cuenta y pueden iniciar una terapia únicamente cuando los obliga una corte.
Se desconoce la eficacia del tratamiento del trastorno de personalidad antisocial. Los tratamientos que le muestran a la persona las consecuencias negativas del comportamiento ilegal parecen ser los más prometedores.
Una persona con trastorno de personalidad antisocial puede:
  • Ser capaz de actuar jovial y encantador
  • Ser buena para adular y manipular las emociones de otras personas
  • Quebrantar la ley constantemente
  • Descuidar su propia seguridad y la de los demás
  • Tener problemas de consumo de drogas
  • Mentir, robar y pelear con frecuencia
  • No mostrar culpa ni remordimiento
  • Estar a menudo enojado o ser arrogante
PERSONALIDAD CON TENDENCIA ESQUIZOIDE
Quien la padece no desea tener relaciones sociales. Frecuentemente, estas personas tampoco encuentran gratificantes las relaciones sexuales ni sentimentales. Tampoco tienen demasiados intereses ni aficiones. Aunque puedan dar la impresión de que viven “en su mundo”, una exploración de dicho “mundo” revela que está vacío. “No encuentro temas de los que hablar con los demás” o “nada de lo que cuentan los demás me interesa especialmente” son frases recurrentes en estos pacientes.
Una persona esquizoide padece este cuadro:
  1. Ni desea ni disfruta de las relaciones personales, incluido el formar parte de una familia
  2. Escoge casi siempre actividades solitarias
  3. Tiene escaso o ningún interés en tener experiencias sexuales con otra persona
  4. Disfruta con pocas o ninguna actividad
  5. No tiene amigos íntimos o personas de confianza, aparte de los familiares de primer grado
  6. Se muestra indiferente a los halagos o las críticas de los demás
  7. Muestra frialdad emocional, distanciamiento o aplanamiento de la afectividad
PERSONALIDAD CON TENDENCIA BORDERLINE
Se reconoce como tal a la incapacidad de sentir placer o satisfacción y manifiesta una frustración constante, ya que los objetivos que se plantea el paciente nunca llegan a conseguirse, y de lograrlos pierden valor inmediatamente. En ocasiones el enfermo toma conciencia de su vacío afectivo y sufre por su problema, reaccionando al manifestar sus emociones de manera exagerada, hace escenas de tipo histérico, ingiere alcohol o drogas, comete delitos o tiene relaciones sexuales patológicas para librarse de su vacío con sensaciones intensas.Es igualmente palpable al mantener sus relaciones afectivas en un plano muy superficial o cambiando frecuentemente de pareja o lugar de residencia. El terreno laboral no está exento de su inconsistencia emocional, y a pesar de que puede tener cualidades superiores al promedio, carece de capacidad para concentración y perseverancia. Igualmente se ve afectado por su baja tolerancia a la frustración, la hipersensibilidad a las críticas y la espera de alabanzas y recompensas totalmente desproporcionadas, lo que condiciona que sea despedido de su empleo o que él mismo lo abandone; también es destacable la incapacidad para aceptar reglas y rutina.

Cabe destacar que quien tiene una personalidad borderline no manifiesta tristeza y desánimo al no alcanzar sus metas (como lo hace un depresivo), sino que habrá cólera o rabia contra el objeto considerado frustrante. No es raro que utilice mecanismos protectores, como evasión, negación, malas interpretaciones de la realidad, restar importancia a las cosas, cambiar de tema y otros métodos de disimulo.

PERSONALIDAD CON TENDENCIA DE EVITACIÓN

Muchas personas recurren en ocasiones a la evitación para eliminar la ansiedad que les producen ciertas situaciones. Sin embargo, la evitación que se produce en el trastorno de personalidad por evitación (TPE) es generalizada y se da a nivel conductual, emocional y cognitivo. Estas personas evitan prácticamente todo contacto con los demás debido a la ansiedad que sienten. Es decir, no se trata de personas solitarias que prefieren tener pocos contactos con los demás, sino que desean el afecto, amistad y aceptación de los demás pero tienen un miedo al rechazo tan profundo que impide el inicio o la profundización de las amistades. Suelen considerarse a sí mismos socialmente ineptos y ven a los demás como superiores, pensando que los rechazarían o criticarían si los conocieran.

Consiste en una pauta generalizada de incomodidad social, miedo a la evaluación negativa y timidez, iniciada al principio de la adultez y presente en diversos contextos, indicada al menos por cuatro de los siguientes rasgos:


  • La crítica o la desaprobación lo hieren fácilmente.
  • No tiene amigos íntimos o confidentes (o sólo tiene uno) que no sean parientes de primer grado.
  • No está dispuesto a involucrarse con otras personas a menos que esté seguro de que les gusta.
  • Evita las actividades sociales o laborales que suponen un contacto interpersonal significativo; por ejemplo, rechaza un ascenso que aumentará las exigencias sociales.
  • Es reticente en las situaciones sociales por temor a decir algo inadecuado o tonto, o a ser incapaz de responder a una pregunta.
  • Teme que lo perturbe un acceso de rubor o llanto, o mostrar signos de ansiedad frente a otras personas.
  • Exagera las dificultades, los peligros físicos o los riesgos potenciales que supone hacer algo común pero que está fuera de su rutina; por ejemplo, cancela planes sociales porque prevé que el esfuerzo de llegar al lugar lo dejará exhausto.

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